Review | Batman v. Superman: Dawn of Justice (Ultimate Edition)
No hay cambio radical, pero sí aclaran algunas cosas que quedaron en el aire en la versión de cines.
La incompetencia de Batman v. Superman sigue presente a grandes rasgos en su versión extendida. Eso es algo que no iba a cambiar, ya que el mayor problema de su versión para cines era uno imposible de solucionar: una carencia de cohesión narrativa.
Para solucionar sus incoherencias, tanto las de guión como las de foco sobre sus personajes, tenían que cambiar la película completamente. Tal cual.
Y soy así de claro porque nunca falta el que se ilusiona con la posibilidad de que exista un cambio radical con una de estas versiones adicionales. Y su sustento es uno solo: así se habría dado en películas como Daredevil, Cruzada o, de forma más importante porque es una película de Zack Snyder, Watchmen.
Pero mi punto es que nunca existe tal cambio radical, ya que el corazón de una película no se modifica por los añadidos adicionales que caracterizan a estas versiones. Las mismas que no modifican la base de la edición. Narrativamente siguen siendo la misma película, más allá de que a veces incluyan excelentes añadidos cosméticos. Es decir, el mejor ejemplo de aquello sigue involucrando a Gandalf.
Aún así, y aunque Batman v. Superman no cambia su esencia, en sus excesivas tres horas de metraje hay espacio para un par de añadidos que ayudan a solucionar de mejor forma problemas puntuales que existían en la mezcolanza anterior.
A grandes rasgos, este corte extendido soluciona cosas pequeñas que no tenían sentido, por lo que ahora solo nos dejaron con problemas mayores que no tenían cómo solucionar.
Lo más importante es que ahora el plan de Lex Luthor, al menos lo que compete a su actuar hasta la explosión del Senado, queda más claro. Ahora dejan de manifiesto que siempre tuvo claro quienes estaban tras la capucha y el traje de la S en el pecho. Pero también, y más importante para mi, hay al menos una miserable secuencia adicional para que Superman actúe de forma más Superman. Peor es mascar lauchas, dicen.
A la la larga, lo más relevante de esta nueva versión es que el desarrollo de elementos secundarios aporta una mayor justificación de las causas que llevan a concretar la gran pelea entre Batman y Superman.
Hay una mayor explicación a las “balas experimentales”, está la investigación de Clark Kent sobre los efectos colaterales que tiene la marca del hombre murciélago en los reos asesinados y finalmente se justifica la explosión en el Senado.
Pero por el otro lado, aportan de forma clara la tontera de matar por matar a un personaje como Jimmy Olsen, sigue la mala jugada del “portugués blanco”, la tonta persecución en el muelle tras el rastreador, el decorado de la pesadilla del futuro, los iconos de la Liga de la Justicia y todo el incoherente plan de Luthor que involucra a Doomsday en el último tercio. Más importante, no cambia el foco que dan a Batman y Superman, los dos personajes en el centro de la historia.
Sigo sopesando más las fortalezas en contraste a los fallos de Batman v. Superman, ya que hay cosas en esta película que terminan respondiendo con forceps a mis aprensiones contra una Man of Steel que cada vez más se minimiza. Pero siguen presente sin sentidos narrativos que merman el resultado final.
Sí, algunos dicen que esta sería una película hecha para fans que conocen al revés y al derecho lo que cada punto implica. Pero una película debiese valerse por si misma, ser coherente con su propuesta para que cualquier simple mortal la entienda y no depender de que la especulación de nerdservice sirva para llenar los vacíos.
Además, una película tampoco debiese necesitar una versión extendida para resolver vacíos importantes y este corte extendido no hace sino poner aún más en evidencia las pifias de lo que vimos en pantalla grande.
Pero aunque la “edición definitiva” ayuda a que la película se entienda más, en ese camino se volvió para mi una experiencia más insoportable. Su nueva extensión de metraje deja en evidencia que la película se desinfla paulatinamente a medida que va resolviéndose hacia su intento de dejar a Batman y Superman en el sitial que debieron estar desde el comienzo. Sin marcar criminales como ganado y siendo un faro de esperanza para la humanidad.
Como esta fue una experiencia más difícil, también me cuesta valorarla más allá de lo que hace con Luthor. Me costó terminar la película. De hecho, pestañee tanto queno creo que repita la experiencia. Y eso para mi termina inclinando la balanza, ya que es algo que no me pasó la primera vez que vi la versión ultimate de Watchmen o la extendida del Retorno del Rey.
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