Breaking Bad S05E14: “Ozymandias”

Esta entrada contiene spoilers

No hay redención posible.

El tiempo para Walter White expiró hace rato y el costo de sus acciones, en definitiva, fue pagar el precio más alto: perder a su familia. Ese fue el eje del antepenúltimo episodio de Breaking Bad, el mejor de la temporada y probablemente uno de los mejores de toda la serie. Y es que tras toda una temporada de dudas, las piezas finalmente encajan. Ahora todo calza, pollos hermanos. Los episodios anteriores fueron una escalada asfixiante para llegar a este momento. Inclusive desde aquella escena inicial del primer episodio de esta quinta temporada, que nos presentó a un “Walter White del futuro” totalmente sólo y aún con vida tras el cáncer. ¿Cómo llegó a ese paupérrimo estado? Pues bien, ahora sabemos cómo cayó Heisenberg.

Y es que si existía algo con lo que justificaba su accionar Walter White, era su discurso recurrente de que todo lo hacía por su familia. Aunque temporada tras temporada quedaba claro que también había ahí un ansia por salir de ese esquema que siempre lo pasó a llevar, en última instancia todas sus acciones tenían como eje ser ejecutadas “por el bien mayor”. Pero toda meta azul tiene su costo y aún cuando el calvo ex profesor declaró por demasiado tiemposer el peligro, bien sabemos que en Breaking Bad, nada se olvida. El negocio del imperio se fue al carajo.

Pese a que la expectativa masiva era ver en el inicio del episodio, de inmediato, el desenlace de la confrontación a balazo limpio del capítulo anterior, esta penúltima patita dirigida por Rian Johnson (Looper), profundizó en una imagen del pasado. Algo no visto con anterioridad – de hecho es la última escena que filmaron en la serie – y que sirvió de contraste perfecto a lo que ha acontecido en sus vidas. El ayer fue tan distinto, que parece ser parte de otra vida. Fue un anticipo de la tormenta que se avecinaba, porque todos los tiros salieron por la culata.

El episodio anterior, y el peso del esquema de flashforward que ha marcado a la temporada, anticipaban el camino que seguiría la serie en su última recta. Para no pocos, Hank estaba pedido y aún cuando en “Ozymandias” Walter trató por todos lados de hacer una última acción correcta, si es que siquiera aquello puede ser considerado así, la realidad es que ya era muy tarde para demostrar que sí le importó su cuñado. El Sr. White cometió el error definitivo al dar sus coordenadas y aún cuando es un tipo brillante, también fue lo suficientemente estúpido como para albergar algo de esperanza, de creer que aún tenía todo bajo control.

Fue un gusto Steven Gomez. Falleciste con la mirada en alto Hank Schrader. Lamentablemente, los nazis hijos de perra hicieron el jaque. Manly tears.

No sólo los tipos se quedan con casi todo el dinero, por lo que todo el trabajo con la meta azul ahora fue por nada y lo único que guiaba a Walter pierde su sentido, sino que con esa ejecución motivan a que White cabe su propia tumba al revelar su gran secreto a Jesse cuando cree que ya nada importa. De esta forma, Walter expuso finalmente su gran acción maléfica inexcusable: él dejó morir a Jane, la novia de Pinkman, de sobredosis. La dejó ahogarse en su propio vómito. Y esa confesión, por mucho que culpe a Jesse de toda la debacle y lo entregue para que sea asesinado, es para mi el último clavo en su ataúd. Si Jese no lo mata en la última escena de la serie, no tengo idea qué otra cosa puede suceder.

De ahí en más tras el cierre en el desierto, todo es cuesta abajo, ya que el imperio colapsa en la arena. Walter Jr. conoce la verdad, la sombra de lo que queda de Heisenberg intenta un último escape y Skyler, ante la muerte de Hank, protege a sus hijos en una última confrontación brutal, dura y descarnada. Así que, sin salida alguna, y tras raptarse a su pequeña hija, el calvo concreta lo único que le queda: asumir toda la culpa, intentando salvar a Skyler de paso, transformándose en un monstruo para todo el resto, con una violenta y cruel llamada de teléfono. Es lo único que puede hacer por su gente. Desesperanza, angustia, todo se fue a la mierda.

¿Y ahora qué queda? Bueno, tras el desastre colosal, finalmente nos dejan con la ruta marcada para los dos últimos episodios de Breaking Bad. Llegamos al punto en el que ya no hay muchas más interrogantes sobre lo que pasó. Walter White escapó a un anonimato entre las sombras gracias al contacto de Saul, el destruido Jesse podrá seguir con vida mientras ayude a Todd a cocinar la mejor merca y la familia White fue destruida. Aquellas escenas del futuro,  apuntan ahora a un salto en el que ya no queda absolución. Sólo se divisa venganza contra los nazis, y el propio Heisenberg, tras un episodio nivel obra maestra televisiva.

Lo último es que también han anticipado que los dos últimos episodios serán extendidos y tendrán una duración de 75 minutos con comerciales en Estados Unidos. Es decir, cada episodio que resta del mejor drama tendrá al menos una hora de duración. Serán alrededor de 10 minutos adicionales que no serán desperdiciados. Y la verdad, eso es lo único de lo que estoy realmente seguro, cuando cada vez falta menos para cerrar la cortina y dar un adiós definitivo a esta tremenda serie.

¿Qué te pareció el episodio “Ozymandias”?