Jack Bauer está de regreso en su mejor forma en ’24: Live Another Day’
Esta semana se estrenó la serie limitada que trae de regreso al mayor héroe de acción de la pantalla chica de las últimas décadas.
A mitad de camino del primer episodio de la miniserie que marca el regreso de 24, es fácil que resurja la pregunta clave. Que tengamos una vez más la duda de si era necesario resucitar la serie. Y los fantasmas de cómo terminó su tanda de temporadas formal retornan en ese momento, recordándonos que la serie llegó a su fin porque algo realmente no estaba funcionando. En ese mismo lapso de tiempo, elJack Bauer interpretado por Kiefer Sutherland no dice ni una palabra. Todo indica que se dejó capturar, pero nadie sabe por qué.
Pero una vez que es claro su objetivo, logra deshacerse de sus captures, estrangula a un agente con sus esposas y decide que ese es el momento apropiado para volver a la acción. A partir de ese instante, el ex agente de la CTU regresa y 24: Live Another Day finalmente comienza a cobrar vida, a justificar el retorno, que originalmente solo tenía de guía el recuperar una serie que no tuvo el mejor de los finales. Algo que se suponía expandirían en una película que nunca llegó.
Pero desde que Jack apunta con su pistola, todo comienza a tomar forma, a seducir las pupilas no solo con los giros argumentales que caracterizan la serie, sino también con un nivel de acción tan ausente en la televisión actual. Más aún, demuestra desde ya que la serie en su nuevo formato acotado se ha reinventado para jugar de lleno en la fórmula de dos cucharadas y a la papa. Nada de crear un misterio, alargar el tiempo en encontrarse con una información de inteligencia que anticipa un próximo ataque terrorista. No, aquí todo ya está en ejecución.
La nueva temporada que contempla 12 episodios, dos de los cuales son presentados en su gran premiere, nos devuelven a un Bauer que por cuatro años se ha mantenido fuera de todo radar, tras ser perseguido por el propio Gobierno que salvó en ocho oportunidades. Su reaparición en Londres levanta la alerta en la CIA, ya que el Presidente de Estados Unidos está en Inglaterra. Más aún, se trata de un mandatario que tiene directa relación con Jack, pero que al mismo tiempo está en la mira de la opinión pública a raíz de toda la polémica sobre el uso de drones en ejercicios militares.
Una vez que comienza a quedar claro el objetivo de Jack, y una agente de campo de la CIA demuestra poco a poco que es su contraparte femenina (Yvonne Strahovski), los giros en la historia comienzan a multiplicarse como siempre sucedió en el viejo y querido 24, entregándonos una historia de hackers y planes ocultos bajo planes ocultos. Y aunque eso no es nada novedoso para una serie como esta, al mismo tiempo el nuevo escenario se siente muy fresco. Con Jack Bauer trabajando fuera de la ley, siendo perseguido por autoridades y villanos.
Pero por mucho que en algo rememore el status de Tom Cruise en Misión Imposible: Protocolo Fantasma, el nuevo escenario del viejo Jack, que no ha cambiado nada más que ser más solitario que nunca, funciona como novedad. Se ha transformado en lo que más detesta, alguien denominado como terrorista, pero usa los recursos del bajo mundo para seguir haciendo lo que le compete: salvar al mundo.
Sumen a Chloe hackeando todo, dándoselas de Lisbeth Salander y dejando en claro que no sabemos lo que también ha sufrido en todo este tiempo. Una interrogante que se suma al juego de persecución que confronta Jack Bauer. Una operación encubierta sin apoyo oficial, que tiene todo en su contra para impedir que se lleva a cabo un plan que le jodió la carrera a un soldado interpretado por el protagonista de la próxima Star Wars (John Boyega) y que por ahora tiene al centro de la confabulación a una misteriosa mujer. Alguien que revela su rostro en el cierre del segundo episodio y que con su presencia de seguro dibujó sonrisas entre los fans deGame of Thrones.
24: Live Another Day se toma su tiempo para agarrar vuelo, pero una vez que retoma el tranco, rememora a grandes momentos de la serie. Una que fue no solo un hito capaz de ganarse a fans y la crítica por igual, sino también a una industria que incluso le entregó un Emmy a mejor serie dramática en tiempos de titanes como Los Sopranos y The West Wing. Esta no era cualquier hueá.
Por eso el retorno de Jack Bauer viene a llenar un vacío que nadie supo reemplazar en su ausencia, con el gancho de que mucho sigue siendo lo mismo, pero ni tanto es igual porque al menos la reducción de episodios controlará la inclusión de rellenos. Desde ya se siente que las 12 horas menos influyen para mejor en el ritmo. En donde no se siente que haya personajes secundarios de relleno y todos trabajen en beneficio de ensalzar aún más a un personaje como el que interpreta Kiefer Sutherland.
Y ahí están los disparos,
Los gritos.
Las pantallas divididas.
El bendito reloj.
Todo para dejar en claro que la mejor acción televisiva está de regreso. Algo que me pone contento.
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