Lo más despreciable del cine en 2013
Cerramos el año recordando lo peor de lo peor.
Cuando va a cerrar el año, nada mejor que bajar el telón primero rememorando a lo más mierda estrenado en la grilla de estrenos durante los últimos 365 días. Claro que en este caso, me es muy difícil armar un listado en el estilo clásico de este antro. Como evadí ver mucha plasta, me cuesta demasiado hacer un top 13 de lo más despreciable, pues no quise malgastar tiempo viendo la última película de Adam Sandler o la secuela de la única película aceptable de cierto director chileno llorón. Menos las películas nacionales que llevan a la pantalla grande la basura televisiva que es pan de cada día.
Por eso aquí no verán mi impresión sobre proyectos que en todos lados han convocado el consenso como lo peor del año, como es el caso de “Grown Ups 2”, “R.I.P.D.”, “Los Pitufos 2“, “The Mortal Instruments: City of Bones” o“Hansel & Gretel: Witch Hunters”. No me hice del ánimo para ver esas películas, que probablemente se merecen estar aquí tanto o más de las que están. Pero como ya dije, este año me tiré las bolas en el ámbito de ver películas malas. Claro que eso no significa que no vi algunas apuestas detestablemente aburridas, insípidas o que, peor aún, fueron toda una decepción. Aquellas realmente despreciables, no algo estilo Sharknado.
Primero las menciones especiales:
Jack the Giant Slayer
La película de Bryan Singer cuyo estreno fue postergado en varias ocasiones, solo para agregar 3D e intentar arreglar lo que no podía ser arreglado. No es una bosta total imposible de ver. De hecho da lo mismo y quizás ese es su mayor crimen. Sin nada nuevo que aportar, siguiendo la lógica genérica de un proyecto que adapta un clásico cuento de la mano de la sobrecarga de CGI. Una lógica de negocios ladilla instaurada en Hollywood, desde que el público masivo se comió enterita a la Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. Desinteresada, en un producto embutido de pirotecnia insulsa y cuyo gran crimen es ser un producto genérico que solo buscó hincar al diente a una “tendencia”. Una paja.
The Canyons
Lo reconozco. Solo la vi por la promesa de ver a Lindsay Lohan en pelotas, lo que para todo aquel que se deleitó con su look en Mean Girls, siempre es un gancho. No el más profundo, no el más importante, pero al menos es algo. Pero bien ya sabemos que la Lohan no es lo que era antaño, así que tampoco había mucho espacio a creer. Por otro lado, el gran problema de esta película posera de Paul Schrader, guionista deTaxi Driver, es que intenta ser algo a lo que ni siquiera logra acercarse (un thriller erótico con tintes existencialistas) y que “a la larga” con James Deen, no es más que una aburrida apuesta cuya problemática realización es lo único que terminó destacando.
The Hangover Part III
La primera era disfrutable como novedad y un revival de la comedia categoría R que hace rato no se veía en Hollywood. La segunda, un mero calco al hueso de la anterior, que solo salvaba la plata por dos escenas. Una estúpidamente desquiciada y otra guarramente imbécil. Pero ante las críticas que generó la secuela por el autoplagio, en esta tercera entrega decidieron aplicar con un cierre que saliese de la fórmula previa del “¿Qué chucha pasó aquí?”, solo para generar algo sin risas, con una premisa sin mayores sorpresas y que explota a sus dos personajes más estúpidos, el de Galifianakis y el de Ken Jeong, a niveles de auto-parodia. Fome como chupar un clavo, como revivir la anterior película de Todd Phillips, la también insufrible Due Date.
Now You See Me
Hizo un montón de dinero, pero es incuestionablemente un gran sin sentido que presenta trucos de magia irreales de puro CGI, armados por una historia alambicada de sorpresas, giros, cosas que parecen y no son, ni deberían ser. En la misma línea de Jack The Giant Slayer, no es la peor mierda del mundo, pero sin embargo lo que me empelota de su propuesta, no es otra cosa más que su esencia. Un producto banal, que en vez de ganarse dignamente el dinero con un truco de un mago, simplemente mete la mano al bolsillo como el más chanta de los estafadores.
Kick-Ass 2
Mientras el trabajo en la primera entrega de Matthew Vaughn mejoraba la endeble obra original de Mark Milar – por mucho que lloren los fanboys por tal o cual cambio -, esta segunda parte lamentablemente rescata lo peor del trabajo del escritor escocés de cómics: el cometer crímenes narrativos solo por el afán de impactar. Marcada por un presupuesto menor que notoriamente empequeñece múltiples elementos de su producción (incluyendo las coreografías de peleas), además de un enfoque ranciamente plano sobre los vigilantes, que no toma nunca una bandera sobre la violencia, Kick-Ass 2 no tiene nada de la energía que elevó a la primera. Agreguen una actitud de mandar todo a la mierda que no resulta, es banal y está lejos del sentido de jugarreta de la primera, para obtener una secuela que no tiene mucho que aportar en ningún aspecto. Algo especialmente notorio en el arco de historia que generaron en la Hit-Girl interpretada por Chloe Moretz. Y cuando se cagan a su MVP, ¿Qué cresta se puede esperar del resto?.
After Earth
La máxima aquí para verla sin chistar es una sola: da lo mismo lo que haga M. Night Shyamalan, al menos siempre tendremos Unbreakeable. Pero lamentablemente, más allá de que este sea un show confeccionado por Will Smith para transformar en héroe de acción a su hijo Jaden, esta previsible historia de ir a un punto A a un punto B carece de fuerza en términos de ciencia ficción, agrega criaturas digitales a una aventura que nunca logra convencer respecto a que algo importante está en juego e intenta enganchar con un dramón familiar insípidamente charcha que justo, justo, va de la mano de la criatura del cuento: algo que puede sentir el miedo. Una sobrecarga de ideas malas que uno sabe como terminará a mitad de camino. Preferiría ver nuevamente The Happening, por muy estúpida que aquella fuese.
Las tres peores películas que vi este año:
3. The Host
Basada en un libro de la escritora de Twilight, su único sentido es ser una película que se nutre de ese factor. Una adaptación de algo que no es más el vomito de lo que dejaron “Los Ladrones de Cuerpos”, que intenta llenar el hueco de triángulo engancha adolescentes que dejaron los vampiros resplandecientes y que es aburridamente cansina. De hecho no recuerdo su final, pero al menos tengo claro que la batalla interna del personaje de Sarsoise Ronan es de lo más detestable del año. Especialmente cuando uno recuerda que Andrew Niccol dirigió Gattaca.
2. Scary Movie 5
Creo que tuve un aneurisma tras su primera escena. La de Lindsay Lohan y Charlie Sheen. Basura más grande no existe. No quedó ni rastro de la mejora en esta bosta de saga que concretó David Zucker (¿Y dónde está el piloto?, Top Secret) en la tercera y cuarta parte. Las parodias están en un nivel paupérrimo. Y eso que no vi Movie 43, ni Starving Games ni A Haunted House. Tampoco 30 Nights of Paranormal Activity with the Devil Inside the Girl with the Dragon Tattoo. Una película que existe, aunque no lo creas.
1. Duro de Matar: Un Buen Día para Morir
Todas las películas anteriores son mero relleno. Esta es la única película que iba a nombrar en esta lista. Es lo peor de lo peor, ya que es una basura de algo que realmente me importa. Que dañó mi corazón, que lo transformó en un pedazo de carbón. Debemos asumirlo: lamentablemente perdimos a John McClane. Quedó reducido a una caricatura de si mismo, un mero retrato del concepto “Bruce Willis: estrella de acción”. Una historia con pésimos villanos, con un plan estúpido y con giros sorpresa que solo se concretaron, porque ahora querían poner una amenaza nuclear en el camino del policía de Nueva York. Peor aún, se trata de algo que se olvida de lo más importante: armar la sensación de amenaza para un personaje que siempre sufrió en sus mejores películas. Una mierda que duele, que es todo lo que no debería ser una Duro de Matar. Lo dije cuando se estrenó: Yippie Kai Yay, estamos en la B.
Comentarios
Publicar un comentario