El top 13 de lo mejor del cine en 2013


El Dr. Malo elige las películas más a toda zorra del año, incluyendo aquellas que le volaron la cabeza.
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Digamos que la diversidad no es lo mejor en lo que respecta a lo que llega a cines a Chile. Así es que por razones obvias, a continuación encontrarán un listado con lo que considero lo mejor del año y que no solo incluye lo que llegó a la pantalla grande acá, inclusive con aquellas películas de 2012 que llegaron recién en 2013 por cosas de la jodida distribución, sino además varias películas que llegaron a formatos como Blu-Ray.
Se trata de un resumen súper dictatorial, un charquicán que apunta directamente a mis preferencias, pero que ojalá le sirva a más de alguien para acercarse a películas que quizás desconocen, no le han querido dar una oportunidad por ABC motivos o simplemente ni siquiera tenían en su registro. Son 13 películas elegidas con pinzas tras una meditación digna de monje shaolin del séptimo arte (mentira), pero como a veces me voy en la volada, también al final agregué un montón de menciones especiales. Because reasons.

13. This is the End

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“¡Hermione nos acaba de robar toda nuestra mierda!”
Actores de comedia gringa bien gringa deciden armar un proyecto en el que interpretan versiones excesivas de si mismos, a partir de la supuesta imagen que transmiten sus carreras, solo para enfrentarse al apocalipsis, al Rapture, al fin de los tiempos. El resultado es una película muy graciosa, con un par de sorpresas que realmente me hicieron reír como hace mucho no lograba una película made in Hollywood (Desde la posesión demoníaca de Jonah Hill a cierto cameo final que involucra a la “perra” de Danny McBride) y que es mucho más de lo que cualquiera habría esperado. No daba un peso por la película, pero sacar el jugo a Michael Cera, como una caricatura extrema de si mismo, es un logro. Tiene onda, saca partido a su elenco y sus diálogos son realmente buenos en algo que no tenía por qué diablos funcionar en primera instancia. A toda raja.

12. Prisoners

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“Reza por lo mejor, pero prepárate para lo peor”
Al año se estrenan tantos thrillers, y el tráiler de esta película en particular era tan piola, que en realidad no esperaba mucho. De hecho, no fue sino hasta que llegó al Blu-Ray, antes de su estreno oficial en cines, que recién la tomé en cuenta. Un thriller criminal como los de antaño, centrado en la desaparición de un par de niñas a plena luz del día y la subsecuente desesperación de un padre, cuya máxima de vida es hacer las cosas por iniciativa propia. Una propuesta que agarra la atención porque sencillamente los giros están bien construidos, tiene un buen ritmo a la hora de picar las emociones bajo su tratamiento de suspenso, agobiado por el escenario de invierno en el que se desenvuelve la película, y uno realmente a mitad de camino está con la idea de que no sabe cómo cresta terminará. Lo único que le resta puntos es que se hace media larga y su resolución responde más de lo que debería, pero aquello es compensado precisamente por la ansiedad, la desesperación y el sentimiento de “por la cresta la película conchadesumadre” que transmite bajo el dilema moral: ¿Qué estarías dispuesto para salvar a tu hijo?.

11. Antes de la Medianoche

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“Algunas veces, no lo sé, siento que tu estás respirando helio y yo estoy respirando oxígeno”
La carga de las películas anteriores, la evolución de una relación y encontrarse con ambos personajes mucho tiempo después, cuando no son precisamente lo que eran, pero que en el fondo siguen siendo las mismas personas que se enamoraron hace 20 años. Esa es la satisfacción que entrega la última parte de esta saga romántica de Richard Linklater, en donde no solo esos diálogos de esas escenas extensas son la guía, sino también la performance de Ethan Hawke y Julie Delpy. Una apuesta compleja en términos emocionales, que retrata los altos y bajos de personas que se aman pero que al mismo tiempo tienen claro todos los defectos del otro, que deja atrás el idealismo de la primera y la reflexión madura de la segunda, para aterrizar la relación de ambos personajes y de forma natural retratar que también hay espacio para el pesimismo. Una gran secuela y si todo esto termina en trilogía, y a futuro no revisitan más a los personajes, estará tan bien como sí lo hiciesen.

10. Drug War

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“Soy un policía, tu eres un traficante de drogas. No te traicioné, yo te atrapé”
La mejor película de acción del año. Eso es Drug War del gran Johnnie To, uno de los directores asiáticos más prolíficos y que fácilmente puede competir con Takashi Miike por quién es el que estrena más películas al año. Drug War de hecho es la penúltima película de To, pero llegó al formato hogareño recién este año. Y esa es la única forma de ver asiáticas por este lado del mundo. Es además una película que juega a contrarreloj, bajo una premisa que a la vez – y de forma acertada – se toman el tiempo de desarrollar, para abordar una operación que busca desbaratar un cartel de drogas en China. Todo esto lo hacen a partir de un plan policial que busca hacer caer a un importante imperio de la pasta adictiva. Así que lo que comienza enfocándose en la fuerza de la ley, poco a poco atrapa con el mundo de los traficantes, sus personajes – que incluyen a un par de hermanos mudos realmente cabrones que poco menos que disparan plomo hasta por los orificios nasales -y sus métodos para evadir la justicia. Una gran película que se aleja de la acción esquemática gringa, para entregar una última balacera totalmente satisfactoria y que está entre lo mejor del año.

9. Rush

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“Mientras estás más cerca de la muerte, más vivo te sientes. Es una manera maravillosa de vivir. Es la única forma de conducir”
“Loco, vean Rush de Ron Howard . Qué película más a toda raja. Sólida, adulta, entretenida y con dos pelmazos admirables de protagonistas”. Esa fue mi primera impresión al terminar de verla y eso sigue representando lo que pienso de la película. Si bien generalmente hay gente que le gusta dar como bombo en fiesta a los proyectos estrenados por el director de Una Mente Brillante y El Código da Vinci, con esta historia real centrada en la historia de dos pilotos de la Formula 1 transformados en los mejores enemigos en la pista, representando el ying y el yang del deporte tuerca por excelencia, el director nuevamente demostró la buena mano que rescató hace un par de años con Frost/Nixon.

8. Capitán Phillips

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- “Tiene que haber algo más que ser pescador o raptar gente”
- “Quizás en Estados Unidos, irlandés. Quizás en Estados Unidos”
El estar basada en una historia real, y que alguien informado conozca cómo termina todo, no es un problema para la nueva película de Paul Greengrass. Tal como enUnited 93, y más allá de una que otra licencia en su argumento, el director que llevó a la saga Bourne al siguiente nivel, nuevamente demostró por qué es un verdadero maestro a la hora de plasmar una historia de suspenso que llega a causar acidez gástrica con su manejo de la tensión. Con un Tom Hanks inspirado, y que es protagonista de una escena asfixiante en el clímax de la película en la que demuestra toda su calidad actoral, la película aborda un suceso como el secuestro de un barco a manos de piratas de Somalia, para al mismo tiempo sustentar otros elementos tan importantes como lo que sucedió. El poder de la maquinaría exterior de Estados Unidos, la eficacia de soldados SEAL armados como máquinas de matar que representan la esencia de la política exterior gringa y piratas que no son tu clásico villano sin rostro de mente monstruosa, sino que son humanizados para dar cuenta de por qué diablos hacen lo que hacen.

7. Pacific Rim

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“¡Hoy, vamos a cancelar el apocalipsis!”
El problema de Pacific Rim es que existe gente que quiere que sea más de lo que es. El problema de esa gente, aparte de no tener idea de nada, es que que Guillermo del Toro tenía muy claro precisamente qué es lo que quería que fuese Pacific Rim: porno robótico obsceno. Un proyecto que recupera la esencia de los mechas gigantes que aparecían en la televisión en El Festival de los Robots, que plasma increíbles batallas que se desarrollan en escenarios que no tienen nada que ver con la puta estilización cansadora tipo Michael Bay de Transformers y que, además, demuestra que los blockbusters cargados al porcino en materia de efectos digitales sí pueden ser mucho más que un mero espectáculo visual o un vacío festival de CGI. Aunque depende mucho de la nostalgia, o que entiendas que no es Evangelion, al mismo tiempo Pacific Rim reluce más allá del campo del mero homenaje, ya que también tiene una visión clara sobre qué cosas marcan al género kaiju, siendo una respuesta al cine de monstruos gigantes hecho por pelmazos que no saben.

6. V/H/S/2

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“Ya no necesitas eso, hijo. Ya está completado”
Al analizar su conjunto, no es tan fácil decir que VHS 2 es la mejor película de terror del año. Aunque logra ser una antología muy superior a la fome primera entrega, y tiene dos historias cortas que innovan en historias mega repetidas, no es un producto sólido de principio a fin. Quizás destaques su historia de zombies en primera persona, te enganche lo súbito de su historias alienígena o hasta disfrutes de la más débil, un cuento de fantasmas e injertos tecnológicos en el ojo. Pero si existe una razón por la que está esta película en esta lista, y me importa un carajo que existan películas mejores, es por su segmento Safe Haven. Una puta obra maestra. El momento cinematográfico del año, quizás el que me hizo aplaudir más que cualquier otra cosa. Co-dirigido por Gareth Evans, responsable de la acción deThe Raid, y Timo Tjahjanto, presenta una historia desquiciada sobre un culto extraño, una secta, cuyo líder es entrevistado el día en que todo por lo que han estado preparándose, sucede. Un gran segmento. Si la película fuese solo sobre esa historia corta, sería mi película favorita del año.

5. El Lobo de Wall Street

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“Mi nombre es Jordan Belfort. El año que cumplí 26, hice 49 millones de dólares, lo que realmente me emputeció porque quedé corto por tres millones de ganar un millón a la semana”
Voy a hacer un poco de trampa, porque esta película se estrena este jueves 2 de enero en Chile, pero tuve la suerte de ver la última de Martin Scorsese la semana pasada. Así es que, aunque llegará acá a los cines en 2014, ni ahí con esperar todo un año para destacarla en una lista como esta. Porque El Lobo de Wall Street es la película más guarra del año, una de las con más energía y que es un retrato del capitalismo tipo Eurolatina. Cagarse a los más débiles y satisfacer un hambre por el dinero que nunca, pero nunca puede ser satisfecha. Con un Scorsese que suda energía en cada toma, e interpretaciones de Leonardo DiCaprio y especialmente Jonah Hill que la embocan desde mitad de cancha, El Lobo de Wall Street marca el retorno del viejo Marty. Ahora la película tiene problemas. Es muy larga, pero a mi nunca se me hizo eterna porque enganché con toda su onda excesiva. También rescatan elementos de déjà vu que para mi funcionan mejor en Casino y Buenos Muchachos, especialmente en el relato de su protagonista. No es mi película favorita de Scorsese, pero sí es una que muere en la suya, plantea las fauces de un capitalismo que saca lo peor de basuras de seres humanos, que no tienen límites, que tienen gula por los billetes. Una película sobre conchasdesumadres que siempre están más cerca de salirse con la suya que de caer y que plantea sus principios desde la primera toma, que incluye un culo, cocaína y una línea.

4. The Master

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“No creo que Freddie esté comprometido con la causa tanto como la causa está comprometida con él”
Este es el típico caso que acá nos afecta. Las películas que se estrenan antes en Estados Unidos, pero que solo llegan durante el calendario siguiente. La jugada de maximizar las ganancias aprovechando el ruido que rodea al Oscar. Del 2012 hubo varias, incluyendo a Django UnchainedBeasts of Southern WildZero Dark Thirty ySilver Linings Playbook, entre otras. Pero la única que al día de hoy me sigue marcando es The Master. Una película magnifica que profundiza en el vacío existencial de aquellos que no tienen rumbo, que no saben qué hacer y que son caldo de cultivo de quienes abren las puertas de un anhelo espiritual que tiene un trasfondo mucho más terrenal y con hedor a billetes. Para mi Joaquin Phoenix logró por lejos la mejor actuación del año, eclipsando incluso al Lincoln armado por Daniel Day-Lewis, a partir de una ruta de autodestrucción y adicciones que encuentra un hogar bajo el alero de una secta vende pomadas. Pero da lo mismo si esa pomada en el fondo es un mero placebo, ya que representa justamente lo que el tipo necesita.

3. Gravedad

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“¿Qué hago? ¿Qué hago?”
Tras lo que fue Children of Men, no eran pocas las expectativas para Gravity. De hecho, que su trabajo de post-producción fuese tan extenso, ya que se filmó en mayo de 2011, no hacía esperar sino un nivel superior en su trabajo técnico de la mano del mexicano Alfonso Cuarón. El resultado final es uno solo: Gravity es una maravilla visual, un deleite para los ojos, hecho para ser disfrutado en pantalla grande. Todo el trabajo puesto en pantalla bajo ese objetivo, acompañado de una sólida performance de Sandra Bullock, ni siquiera es mermado por los cuestionamientos a su historia. Que la validez científica del viaje de sobrevivencia que realiza la astronauta Stone, que esta u otra distancia aquí o allá. Challa. Quizás lo único que me dejó con gusto a poco, fue la simpleza de su premisa, pues la tragedia tras su eje  temático – eso de “hay que seguir viviendo pese a todo lo malo que pasó en tu vida” – no me enganchó del todo. Pero es esa misma simpleza la que permite que la tensión permanente de este proyecto sea lo que prime.

2. La Cacería

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“¡Montón de bastardos! ¡Son un montón de malditos bastardos!”
¿Cuál es la primera reacción al escuchar una denuncia de un niño? Creerle, a ojos cerrados. Ese es el eje de La Cacería, la película danesa protagonizada por Mads Mikkelsen que fue la que más angustia me generó en el año y que aborda cómo la vida de un buen hombre se va al carajo, tras una grave acusación que realiza una niña. En primera instancia esta gran película dirigida por Thomas Vinterberg se alimenta de las interrogantes. ¿El tipo es un pedófilo? ¿Realmente puede serlo tras ver toda la preocupación que representa?. No obstante, en las capas más profundas de su relato está marcada una máxima de la humanidad: cuando la duda está arraigada, por muy falsa que esta sea, siempre estará ahí alguien para mantenerla. De forma indisoluble. La Cacería es un gran drama, cuya conclusión final destroza la fe en las personas y que maneja su relato para dejar un nudo en la garganta al recordar que siempre hay más hijos de puta dispuestos a salir con antorchas en la mano, a apuntar con el dedo para exorcizar sus propios demonios internos.

1. The Act of Killing

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“¿Por qué tenía que matarlos? Los tenía que matar… mi conciencia me dijo que ellos tenían que ser asesinados”
Sí, este año lo que más me voló la cabeza fue un documental. Una gran obra maestra que da cuenta de un país en el que no existió transición. Uno en donde los “Mamo Contreras” son celebrados hasta el día de hoy como héroes de la patria, por eliminar lo que consideran como “el cáncer” comunista. Dirigida por Joshua Oppenheimer, la propuesta de The Act of Killing es totalmente desquiciada y plagada de potentes imágenes que dan cuenta de lo peor del ser humano.
Abordando la historia de los líderes de un escuadrón de la muerte de Indonesia, los realizadores de este documental les solicitan que hagan una película y recreen esos asesinatos masivos que cometieron hace décadas, en el género que estimen conveniente. Thrillers criminales de gángsters, números musicales, propuestas de western oníricos o lo que estimen conveniente.
A partir de ahí, la historia comienza a profundizar en sus actos de matar, con el asesino Anwar Congo en el foco, relatando en primera instancia de lo más alegre cuál es la forma más efectiva para matar a una persona: con un simple madero y un alambre. De esa forma el lado oscuro del ser humano trasciende el metraje, revelando el mal de una forma jodida y chocante. Anwar Congo no solo explica la efectividad de sus crímenes, sino que baila y profundiza en las sustancias ilícitas que le permitían olvidar los macabros recuerdos.
Una propuesta que expone un montón sobre esta clase de seres humanos, el sentido de todas aquellas negaciones que justifican sus crímenes y cómo se convencen a rajatabla de algo que saben que no es verdad. Es un gran trabajo que nos trae a colación escenas duras, para no creer y que revuelven el estomago, incluyendo un par de secuencias memorables que no olvidaré, pues en ningún momento manipulan, sino que profundizan en la moral más repulsiva de los ganadores. Los mismos que siempre terminan contando la historia oficial.

Las menciones especiales en la siguiente página:

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