Review | Terminator Genesys Spoilers
Jay Courtney nuevamente es parte de una película que manda al carajo a una franquicia de acción.
Terminator Genesys es una gran película. Que toma el concepto de las antiguas Terminator, para revitalizarlo, devolviéndole la vida a una franquicia que ya había sido arruinada por las dos secuelas anteriores.
Algo como eso me habría encantado escribir, pero lamentablemente lo cierto es que la saga de Terminator finalmente se fue al carajo con Terminator: Genisys, un reinicio inepto y detestable que representa todo lo malo de Hollywood. Un proyecto que intenta de forma estafadora ser parecido a lo mejor de la franquicia popular, pero que, al mismo tiempo, es totalmente irreconocible.
Esta quinta película es además totalmente sin respeto respecto a lo hecho por James Cameron, succionando su vida como el peor de los chupasangres, siendo incoherentemente inconsistente en esta “versión alternativa” que busca explicar una continuidad que no necesitaba ser explicada.
El problema es que el chicle de escapar de un futuro apocalíptico nunca debió ser estirado de esta manera. James Cameron debió haber concretado aquel final alternativo que inclusive llegó a filmar, ya que nos habría ahorrado todas estas secuelas. Las mismas que solo han buscado explotar la franquicia, simplemente por el reconocimiento que tiene la palabra Terminator en el cine de entretenimiento masivo.
Esta es la peor secuela de todas, con un peor villano que el de Terminator: Rise of the Machines y una historia de reinvención de Skynet más imbancable que la deTerminator Salvation.
Esta es Una película que a lo mucho tiene a un Arnold Schwarzenegger chocho en lo que más se siente cómodo, pero que perdió el norte desde su concepción, olvidándose que Terminator era una película paranoica de acción sobre los peligros del futuro y no una interesada en responder a la gran paradoja temporal.
Y es que una paradoja es eso, una contradicción. Una idea inverosímil, presentada como algo veraz. No tiene sentido darle sentido, ya que las buenas paradojas son aceptadas por lo que son y las malas, como la de la tripulación pérdida de Jurassic Park: The Lost World, cagan la onda.
En este caso, Terminator Genesys es una indigestión total por su idea de John Connor y su concepción, poniendo trabas irrisorias en la relación entre Sarah Connor y Kyle Ryse.
Explicar lo que no necesita explicación es el cáncer que arruina la película, centrada en una concepción de Skynet como un ente artificial todo poderoso destinado a ganar y permitir que hagan secuelas una y otra vez.
Podría hablar de sus malos efectos, que hacen que el T-1000 tenga mejor apariencia en la película de 1992 que en esta tontera, o el pésimo trabajo de rejuvecimiento digital con Arnold. O sobre la absoluta falta de química de sus actores. O el hecho de que Jay Courtney es el cáncer de las franquicias de acción, tras ser parte de los últimos cagazos de Duro de Matar y Terminator.
Pero no. Esta película no se merece una larga reseña de este antro, un análisis mayor. Lo siento, esta vez solo tengo tirria para repartir. De hecho, creo quequedarse contento con esta película es aprobar el pico en el ojo. Creer que es fiel a la saga es no entender a las primeras películas. Argumentar a favor de esta cuarta secuela es no cachar nada de nada.
El motor de esta basura de 155 millones de dólares llamada Terminator Genesys es uno solo: buscar dar respuestas hincha pelotas a cosas irrelevantes, creando una historia de líneas paralelas y viajes en el tiempo que en el corazón no tienen otra función más que explotar la marca y permitir que hagan un par de películas más antes de que pierdan los derechos sobre la franquicia.
Lo bueno es que al parecer Paramount no está logrando su objetivo. Los últimos reportes apuntan a que hasta ahora solo logró recaudar poco más de 270 millones de dólares. No es un fracaso total, pero tampoco un éxito. Según The Hollywood Reporter, el estudio esperará a ver los resultados de recaudación en los mercados que restan, como China, para definir si las secuelas tendrán o no luz verde.
A la larga, quizás esto tendrá las otras dos películas ya anunciadas, fijadas para 2017 y 2018, simplemente porque es más fácil apostar a una marca conocida que a otra cosa. Pero considerando que los derechos volverán a James Cameron en 2019, realmente espero que el director los meta a la bóveda y paren de lucrar con una idea que debió haber sido finiquitada hace rato.
Apaguen a Skynet, por favor.
Comentarios
Publicar un comentario