Críticas: Iron Man 3, la primera de la Fase Dos de Marvel Studios



Imagen promocional de Iron Man 3 (2013)
Marvel Studios comienza una nueva fase con “Iron Man 3″. Entra este 2013 en su Fase Dos que durará hasta mayo de 2015, cuando se estrene “Los Vengadores 2″, que servirá de cierre de esta fase. Se vuelve así a recurrir al hombre de hierro como comienzo de fase, con la tarea de compararse con la criticada “Iron Man 2″ y el gran exitazo que fue “Los Vengadores” el año pasado.
Para esta labor han contado con el director Shane Black, a petición principalmente del Robert Downey Jr. y es que juntos trabajaron en la aclamada por muchos “Kiss Kiss Bang Bang”.
¿Ha conseguido Marvel Studios su propósito? ¿Es el resultado del agrado de los fans? ¿Es una película para disfrutar? Vamos a intentar dar respuesta a estos interrogantes. Por desgracia para ello, voy a tener que destripar la película, soltando diversidad de spoilers.
Aunque de una manera extensa (tal vez algo excesivo, lo siento había mucho que comentar), os expongo mi opinión, como una más de las casi infinitas (y todas respetables) que pueden haber.
Póster para España de Iron Man 3 (2013)

La trama

La propia sinopsis oficial de la película nos cuenta cómo en esta película Tony Stark se enfrenta a un villano que lo pondrá completamente al límite, al destruir el universo que Tony crea y llevándolo a una solitaria misión por sobrevivir, al mismo tiempo que conseguirá encontrarse a sí mismo.
La preocupación personal de Tony en esta película irá a raíz del “miedo” que le entra tras los sucesos de “Los Vengadores”, y ver la multitud de peligros que pueden llegar a acontecer, no siendo él más que una persona metida en una armadura.
Esta incertidumbre de Tony es una constante a lo largo de toda la primera mitad de la película, no llegando a exponerse de manera clara, hasta los últimos planteamos, de lo que está hablando Tony, llegando incluso a desconcertar un poco al espectador. Recordemos que este miedo no queda manifestado en “Los Vengadores” y en esta película se recurre a manifestarlo de manera indirecta en varias ocasiones, sin saber el espectador que no haya leído las declaraciones del equipo de la película a qué se está refiriendo realmente. Mi sugerencia, haberlo dicho desde el principio de una manera clara.
Este argumento se ha querido complicar un poco más dándole unos ápices thriller, tanto tecnológico como político, o al menos eso es lo que nos vendieron durante la fase de creación de la película. Unos matices que me temo no he llegado a captar. Si el thriller político va porque el vice-presidente de los Estados Unidos estaba aliado con el villano, reduciéndose este aspecto a prácticamente 2 ó 3 escenas, creo que no puede ser calificado de thriller. Si podría creérmelo más por el apartado tecnológico, y es que el nombre de Tony va precisamente ligado al de tecnología.
Imagen de Iron Man 3 (2013)
Otro de los calificativos que más usaron para describir la película fue que es más oscura. Puedo llegar a admitir que la película es diferente, dejándonos así una trilogía donde cada entrega tiene esencia por sí misma, y se diferencia bastante de las otras, ahora bien, esa trama oscura que tanto nos pintaron, creo que tampoco he sido capaz de verla, o al menos con esos matices que nos decían.
Como ya digo se trata de una película diferente, y ahí se nota claramente la mano de Shane Black. Una película con giros, y que hace que mientras ves la película, creas que va a tirar por determinado sendero, para al final tirar por otros. Acertado punto para una película en general, que consigue al menos mantener al espectador enganchado, en cierta manera.
Aunque veo el intento de Marvel por desmarcarse un poco de lo que había hecho hasta ahora, creo que se han separado tanto que ni tan siquiera identifico a Iron Man. Es decir, no creo que estemos ante una película de superhéroes como las que venía haciendo Marvel hasta la fecha. El intento por darle tanta realidad a la cinta me temo que ha jugado en su contra, haciendo que como fan no viese ni al superhéroe ni las películas con ese toque algo fantástico que le daba Marvel a sus películas a la hora de adaptar las en muchas ocasiones surrealistas situaciones de los cómics.
Aludiendo a los cómics es precisamente donde está el gran punto negativo de la película. No sé vosotros, pero a la vista de la historia en la que se basaron (la historia Extremis), junto a las escenas de los trailers, yo ya me imaginaba una gran historia que contar. Una gran trama que conseguiría satisfacer a los fans. Sí es cierto, había que realizar ciertos cambios sobre lo visto en el cómic para no suponer uno choque demasiado fuerte (la historia Extremis es más oscura que muchas de otras de las historias, y no lo digo solo por el estilo del dibujo), pero las modificaciones llevadas a cabo para esta película han sido excesivas.
Imagen oficial de Iron Man 3 (2013)
Seguro que no he sido el único que al ver en el trailer cómo funcionaba la Mark 42, la escena del quirófano de Tony Stark y saber que Extremis estaba de por medio, se ha imaginado que Tony se sometería al propio virus, llegando a controlar sus propias armaduras, igual que en los cómics. En la película al final me he visto con todo lo contrario. El control que tiene con la Mark 42 lo consigue Tony Stark por él mismo, el virus Extremis ni prácticamente lo llega a tocar y el plano del quirófano es para dejarnos un final dubitativo del que no sabemos cómo va a salir Marvel, tema que trato como punto final.
El potencial de un gran cómic, echado completamente por tierra. Lo siento, pero me he sentido como cuando los otros estudios a los que Marvel Studios había cedido los derechos en su día por problemas económicos, cogían una historia y detalles de los cómics, y los adaptaban de una manera que dañaba a los fans. Esto me lo podía llegar a esperar de Sony o Fox, pero no de la propia Marvel.
Todo esto, sin contar lo realizado con el villano de la película, que lo trato en el siguiente punto.
Cerrando el punto este de la trama (donde trato también el enfoque), decir que al final me he encontrado con una película de acción, que gira en torno a la figura de Robert Downey Jr., llevando a un punto demasiado excesivo su vena cómica. Sí, Tony puede llegar a ser egocéntrico, y algo chulito, pero hasta el punto de tener esa gran cantidad de bromas en la recámara creo que no lo hemos llegado a ver en los cómics. Casi más parecía Spider-Man que Iron Man.
Al menos, las escenas de acción han superado a las de “Iron Man 2″, consiguiendo exprimir mucho mejor, al menos para mi gusto, los 200 millones de dólares de presupuesto, cuantía que también fue la que se gastaron en la segunda entrega.

Los villanos

Veamos por donde empezamos. El villano Mandarín es la gran némesis de Tony Stark en los cómics. Iba a aparecer en “Iron Man”, Marvel Studios así lo anunció para realmente darnos la sorpresa de que el villano era Iron Monger (menudo cabreo se llevaron cuando se filtraron las fotos del rodaje de la escena final en la autopista de Iron Man y Iron Monger), y casi que su aparición en la tercera entrega era obligada. No sólo por los fans que ya lo pedían rotundamente, sino porque si esta saga llega a su fin, que menos que poner a uno de los clásicos.
Imagen promocional de Iron Man 3 (2013), Ben Kingsley es Mandarin
Además de no mostrarse la relación directa con la organización de Los Diez Anillos (sí, los fans lo podemos intuir, pero si no me equivoco, no se llega ni tan siquiera a nombrar a la organización), se nos muestra a Mandarín como un terrorista al más puro estilo Bin Laden, que intenta poner al gobierno de los Estados Unidos contra la espada y la pared. Por problemas con China, no pudieron darle esa apariencia asiática que luce el personaje en los cómics, cogiendo en su lugar a un actor que más de un fan ya propuso en su día, Ben Kingsley. Un actor de los grandes.
Menuda sorpresa cuando nos enteramos que Mandarín no es más que una maniobra. Ben Kingsley es realmente un actor llamado Trevor, al que Aldrich Killian ha colocado como cabeza de turco. ¿Luego entonces no hay Mandarín? Es aquí donde entra la interpretación de cada uno. Algunos han entendido, dado que Killian dice en determinado momento: “Yo soy Mandarín”, que Killian y Mandarín son la misma persona, sin embargo, también cabe otra interpretación, que es más por donde yo lo he interpretado, y es que Mandarín no existe, es un artificio creado por Killian, y por eso él es Mandarín, porque es su creación, en realidad no es nadie, algo así más al enfoque inicial del universo Ultimate, donde no existe como persona, es una organización.
Para los que al menos tengan cierto conocimiento de los cómics, aunque ínfimo, ya sabrán cómo se diferencia esto de la versión de los cómics. No hablamos ya de los Diez Anillos que le otorgan de poder a Mandarín, sino de cómo han desperdiciado un villano que podría haber supuesto el gran reto de Iron Man, incluso físico, que era uno de los objetivos que si no me equivoco buscaban conseguir.
Imagen promocional de Iron Man 3 (2013), Guy Pearce es Aldrich KillianToma ahora protagonismo Aldrich Killian. La gran mente pensante detrás de todo y quien es realmente el que dará juego para la batalla final. En los cómics, Aldrich Killian carece completamente de protagonismo. Es co-creador del virus, y al darse cuenta de lo que estaba ocasionando la venta del mismo a un grupo terrorista, se pega un tiro y se suicida. Dos o a lo sumo tres viñetas, es lo que aparece el personaje. A partir de ahí han montado todo este “embolado” que interpreta Guy Pearce (quien decía que su personaje era como un cameo, como para creernoslo más en el futuro).
En principio, no tengo problema alguno con este enfoque dado, si no fuese por los cambios que han realizado sobre los cómics en base a su historia de los cómics. Es decir, bien podría haber hecho que Mandarín, con otra caracterización, se sometiese al virus Extremis, y acabase teniendo un mano a mano al final con Iron Man. Es decir, algo más próximo a los cómics, si bien en estos, al someterse al virus, no obtiene poderes sobrehumanos. En otras palabras, ¿qué necesidad había de usar los personajes de los cómics si no vas a ser fieles a estos? Mejor resultado hubiese tenido si se hubiese usado otros personajes, y no dañando de este modo los fans.
Al menos, Kingsley y Peacer cumplen de sobre con la tarea encomendada.
Desperdiciados quedan también la aparición de personajes como Jack Taggert o Eric Savin, más conocidos en los cómics como Artillería / Potencia de Fuego y Sangre Fría, respectivamente. Al menos, no nos mintieron cuando dijeron que Iron Man no se enfrentaría en esta ocasión a villanos metidos en armaduras, algo que muchos pensamos al ver que escogían a estos dos personajes.
En definitiva, un juego de falso villano que queda bien para una película, pero que a los fans no agrada en lo más mínimo por los peones usados para construirlo.

Los amigos de Tony

Vistos los villanos, nos tocan tratar los amigos de Tony, o los aliados. El grupo fuerte lo conforman Pepper Potts y Rhodey / Máquina de Guerra.
Respecto a la primera, hemos visto como película tras película ha ido ganando más y más peso, aunque sin llegar a eclipsar al gran protagonista. Una vez más, la guapa Gwynelth Paltrow encarna a la ex-ayudante y actual interés amoroso de Tony dejándonos por desgracia la peor química producida junto al actor Robert Downey Jr.. Tal vez es algo buscado, al intentar mostrar la dura situación en la que encuentra la pareja. La importancia de Potts en basa en una idea metida con calzador en la película, y es ese interés que Aldrich Killian tiene sobre Potts por algo que ni tan siquiera se ve, y de lo que únicamente tenemos es lo que explica Potts a Happy Hogan.
Poco más podemos reprocharle a lo realizado al personaje. La han involucrado aún más en la acción de la película, sobre todo con esa escena final, algo que gustará más a uno y menos a otros.
Si pasamos al segundo de los personajes, creo que Rhodey, alias Máquina de Guerra, es otro de los puntos débiles. Tras tres películas, me quedo con la impresión de que no han sabido aprovecharlo en ninguna de ellas. Tras un mal resultado como compañero de aventuras en“Iron Man 2″, a Rhodey le hacen en esta ocasión una jugada parecida a la de Tony Stark, tan sólo que varios instantes más tarde, y es dejarle sin armadura, para ver así su lado más militar. Al final nos quedamos un Rhodey que se reduce a pegar tiros, y no llegando a ver a Máquina de Guerra, digo a Iron Patriot.
Imagen de Iron Man 3 (2013)
En estos momentos, me sigo preguntando a santo de qué viene el cambio de nombre. Y es que, una vez más vemos cómo se desperdicia otro personaje de los cómics (recordemos que Iron Patriot es como se hace llamar Norman Osborn cuando se hace él con su propia armadura), tan sólo con la escusa de darle mejor “imagen” patriótica al personaje y que la armadura pase por las manos de Avanzadas Ideas Mecánicas (AIM).
El actor Don Cheadle consigue transmitirnos esa sensación de seguridad en sí misma que debe tener un coronel, pero sin darle la oportunidad de brillar con el personaje.
Regresa para esta tercera entrega también el personaje de Happy Hogan, interpretado de nuevo por Jon Favreau, quien fuese también director de las dos primeras películas. Con algo más de peso, Favreau se muestra correcto en un personaje al que le dan un ligero punto de profundidad, aunque sin llegar a tener demasiada importancia para la trama, salvo como evento que hace explotar a Tony Stark.
Como personaje menor, tenemos a Ty Simpkins en el papel de Harley, con el que se generan unas dinámicas y en ocasiones divertidas situaciones y conversaciones. Debo reconocer que no soy muy admirador de meter niños en las tramas de las películas si no es una buena razón, y esta no es más que para conseguir crear más situaciones cómicas.
A mitad de camino entre estos dos grupos nos encontramos a Maya Hansen, encarnada por Rebecca Hall. Este personaje es tal vez uno de los nuevos que más cercanos han mantenido al material original. Una científica, que casi sin darse cuenta se ve metida en un gran entramado con tal de conseguir financiación para su proyecto, teniendo además un importante giro, como también tiene en los cómics. La diferencia es que en la película tenemos a una Hansen caracteriza como más frágil y preciosa que en los cómics.

Los otros errores

Visto ya que como película de superhéroes no parece que vaya a gustar a los fans, cabe preguntarse si al menos podemos disfrutar de ella como una película con la que pasar el rato.
Es cierto que si nos olvidamos de los cómics, podemos disfrutar más de la película, como una película de acción, con sus giros en la trama y una gran escena final. Pero por desgracia eso no evita que nos encontremos con algunos errores casi de lógica común de sucesos que ocurren, fallos que espero que fuesen por mi parte por no entender bien la película o por escapárseme algún detalle. A este respecto podemos destacar:
Captura del trailer de Iron Man 3 (2013)
  • Si AIM remodeló la Iron Patriot, consiguiendo incluso poder programarla o controlarla a distancia para traer al Presidente de los Estados Unidos hasta su base, ¿cómo es que no idearon una forma de sacar a Rhodey de la misma salvo por la fuerza?
  • Tras conseguir sacar a Rhodey, y ver como este caía inconsciente tras un golpe, ¿por qué no lo encerraron y el siguiente plano que tenemos de él es ya escapando?
  • ¿Cómo es posible que Tony tenga multitud de armaduras guardadas en su casa, con una capacidad de destrucción enorme y estas no sean capaces de hacerse un hueco para salir por sí solas de los escombros de la casa?
  • ¿Por que los soldados extremis eran a veces eran tan difíciles de matar, y en cambio en la batalla final veíamos como algunos morían con su simple haz de energía de las armaduras? Casi lo mismo podría decirse del propio Aldrich aunque ahí podemos entender que este sufrió dos “grandes” explosiones.

Los efectos especiales

Ya adelantábamos antes que había conseguido amortizar más el presupuesto, y lo cierto es que hay que aplaudir a este respecto a Marvel Studios.
La película tiene multitud de escenas donde se recrean. Desde la destrucción de la casa de Tony, dejándonos con esa escena a cámara lenta de cómo la Mark 42 vuela hasta Pepper, la tecnología que le vemos usar a Tony para recrear el escenario de la explosión o la gran batalla final. Hasta prácticamente dudo que sea la misma cuantía presupuestaria de “Iron Man 2″.

Banda sonora

Si algo ha caracterizado a las películas de Iron Man es casi más por lo que destaca el uso de canciones comerciales, y en ocasiones de rock, que la propia banda sonora compuesta para la ocasión.
Tal vez esta entrega es la que peores temas nos ha dejado, pese al fuerte comienzo que tiene con ‘Blue (Da Ba Dee)’ de Eiffel 65. De los temas compuestos por Brian Tyler, tampoco es que podamos destacar gran cosa. Nos sirve de acompañamiento, pero no nos deja ningún gran tema, como suele venir ocurriendo en las películas de Marvel Studios de los últimos años.

Conclusión

Imagen oficial de Iron Man 3 (2013)
Como adelantaba ayer por Twitter nada más llegar del cine, me temo que han desperdiciado una gran oportunidad que tenía Marvel. Una película que en su afán por no repetir errores del pasado, han caído en otros nuevos. Tal es el cambio que dan, que incluso me muestro bastantetemeroso del porvenir de las películas de Marvel Studios.
Tal y como dije antes, con esta película me he sentido como con otras adaptaciones realizadas por estudios ajenos a Marvel, donde se realiza una película de acción, pero cometiendo graves modificaciones sobre el material original, algo que desde luego debo reconocer no me esperaba que fuese a ocurrir por parte de la propia casa de las ideas.
Los trailers generaban bastante hype, y el comienzo de la película promete bastante, hasta el momento en el que “aislan” a Tony. A partir de ahí, ese potencial va en descenso hasta plantarnos directamente en una escena final, que al menos sí merece la pena.
Una película que para disfrutarla hay que dejar completamente de lado nuestro lado más comiquero y apreciarla como una película de ciencia ficción, donde en como todas, habrá ciertos fallos o situaciones difíciles de explicar.
Desde luego, esta entrega no llega a los niveles de la primera película, y ha caído en el extremismo, como le pasó a la segunda película. Mientras que “Iron Man 2″ tuvo una trama simplona y un villano de rápido fin, para ser más un vehículo con la que llegar al resto de películas (con excesivas referencias), esta tercera entrega le ha ocurrido lo contrario. Se le ha intentado dar a la trama una profundidad que no se puede llegar a abarcar (ese tan comentado thriller político se ha quedado a medias, por ejemplo) y no haciendo la menor referencias a otras películas, salvo esa indirecta conexión con una escena post-créditos carente de significado (diría que que es casi una referencia metida a presión).

Y ahora… ¿qué?

Debo reconocer que salí del cine con una gran duda. ¿Qué supone esta tercera película para la saga? O lo que es más, para el futuro del personaje en el cine.
Cuando vi esa orden que Tony Stark le da al final a Jarvis bajo la cual explota todas las armaduras, se me pasó por la cabeza la pregunta “¿pero esto que es?”. Esto unido a un discurso de Tony donde parece que se retira como superhéroe en activo me hizo plantearme que la propia Marvel estaba no sólo cerrando la saga, sino cavando su propia tumba de cara al futuro del personaje. Esta sensación también se fortaleció al ver los títulos de créditos finales, donde se recopilaron escenas de las tres entregas, que por lo menos parecen dejar claro que se hacerrado una saga de películas.
En oposición, para tener la esperanza, tenemos esa frase final con la que Tony termina su discurso: “Yo soy Iron Man”, dando a entender aún más esa sensación de retiro aunque con la idea siempre en la cabeza de que él será el superhéroe dorado y carmesí; unido a la frase mostrada al final de los créditos finales donde decía “Tony Stark regresará”. Curioso, y enigmático, que no dijese Iron Man, ya que tras ver la película, casi que me encaja aún más que fuese Don Cheadle el que se enfundase la armadura de Iron Man en “Los Vengadores 2″ (2015). Veremos pues a ver cómo regresa Tony.
Como escena imprecisa tenemos la de Tony sometiéndose a una operación para extraerse los restos de metralla que tiene cerca del corazón, dando así a entender al espectador que no hay necesidad de seguir siendo Iron Man. No obstante, las secuelas de la explosión es algo de lo que Tony consiguió librarse hace mucho tiempo en los cómics, y no por ello dejo de ser Iron Man a la larga.
En estos momentos, no sé si Marvel Studios se ha metido en un jardín sin salida con este final de la saga, pero sí hay una cosa que parece clara: Tony Stark se ha retirado debiendo crearse una razón de peso para su regreso. Esperemos que todo esto forme parte de un gran ardid del que todavía no somos conocedores, y no sea un berenjenal en el que se han metido sin pensar sus consecuencias, como cuando hicieron la escena post-créditos de “El Increíble Hulk”, que tuvieron que crear el corto “The Consultant” para arreglarlo.

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