[Reseñas] Kick-Ass 2 Preludio: Hit-Girl

Edición original: Hit-Girl, 1-5
Fecha de salida: Julio de 2013
Guión: Mark Millar
Dibujo: John Romita Jr.
Formato: Libro en tapa dura, 136 páginas
Precio: 15,00 €

Aprovechándose del estreno en cines de la nueva película de Kick-Ass, Panini ha editado en julio la mini-serie centrada en el personaje de Hit-Girl, que también es objeto de adaptación de la película, al situarse lo aquí narrado entre el primer y el segundo volumen de “Kick-Ass”. Esta colección nace claramente por el éxito que se ha cosechado el personaje de Mindy, alias Hit-Girl, tanto en el cómic como en el mundo del cine, siendo prácticamente co-protagonista en el primer volumen, y en algo de menor medida en el segundo.

El cómic nos muestra a Mindy con 12 años de edad que afronta su inserción al mundo real tras tener un infancia un tanto especial como la justiciera Hit-Girl gracias a su padre, de fatídico destino en el primer volumen de la colección. El agente de policía Marcus, junto a la madre biológica de Mindy, es quien se hace cargo de la tutela de la joven, siendo él el único de los dos que sabe la verdadera identidad de la joven. Pero este tomo igualmente nos sirve para conocer qué ocurrió con Kick-Ass e incluso con Red Mist, inmediatamente después de lo visto en “Kick-Ass”.

Como no podía ser de otra forma, Mark Millar firma los cinco números de la serie y que se editan de manera conjunta en el tomo editado por Panini, al estilo de sus tomos Deluxe de Marvel. La narrativa sigue siendo la misma de las otras dos series de Kick-Ass, Millar se muestra fiel a su estilo como no podía ser de otra forma, recurriendo en buena medida a esos monólogos que mantiene el protagonista (y que se usó en ese espectacular comienzo que tenía el primer volumen de “Kick-Ass”. El vocabulario sin miramientos y referencias al más puro estilo friki (aunque en mucha menor medida en comparación a otros volúmenes) siguen aquí presente.

De este modo, aquellos disfrutaron de la estructura y el enfoque que tuvieron los dos volúmenes previos de Kick-Ass no lo echarán en falta con esta nueva colección.

Ya hemos dicho que esta serie está conformada por un total de cinco números. Mientras que los dos primeros números tenemos de co-protagonistas tanto a Kick-Ass como a Hit-Girl, es a partir del tercer número cuando esta segunda empieza a ganar más y más protagonismo, para conseguir hacerse con esa trascendencia que muchos demandábamos. Tenemos a Hit-Girl en estado puro, sangrienta e ingeniosa, como ya la hemos visto en los otros dos tomos.

Como ya decíamos, Mindy no es la única protagonista de la colección. Dave, alias Kick-Ass es también co-protagonista, aunque en una menor cantidad. Este tiene gran presencia en “Kick-Ass 2″ por lo que aquí Millar se limita a mostrarnos cómo Hit-Girl va limando la técnica de Kick-Ass en su lucha contra el crimen, como esta ya le prometió que haría.

El que consigue hacerse un hueco en la colección es Chris, alias Red Mist. Sus apariciones son pocas, y relativamente breves, pero en ellas consigue atraer el interés del lector. Partiendo de la base de la muerte de su padre de manos de Kick-Ass y Hit-Girl, se va construyendo el carácter el personaje, se va modelando su forma actuar para ayudar a comprender un poco mejor lo que le vemos hacer en “Kick-Ass 2″.

Millar consigue crear un cómic de una manera maravillosa, en mucha mejor medida de lo que lo hizo con “Kick-Ass 2″, un volumen que no me terminó por ejemplo de convencer del todo, por verlo demasiado rebuscado. Aquí no sólo encontramos algo más de frescura en la historia (sobre todo por tener a Mindy de protagonista), sino que igualmente tenemos unos diálogos brillantes y unos personajes ingeniosamente concebidos.

Este ingenio se manifiesta por ejemplo en la manera de abordar a Chris, que actúa al más puro estilo friki y “flipado” por las películas de Batman de Chris Nolan. Del mismo modo, tenemos Hit-Girl como una verdadera asesina, capaz de acabar con todo lo que se ponga delante suya y con una templanza inaudita para una jovenzuela.

La brutalidad, la sangre y respuestas desproporcionadas a situaciones del mundo real, son una constante en este volumen de Millar, similar a los otros números, con una historia que encaja a la perfección entre las dos otras colecciones, y sirve aún más para cerrar algunos aspectos que se quedaban un poco en el aire en la continuación del cómic.

John Romita Jr. es el encargado una vez más del apartado artístico (al ser también co-creador), junto a los colores de Dean White y Michael Kelleher. Como ya podéis imaginar, Romita Jr. no rompe su estilo respecto a ya visto, pero sí tiene algo achacable y que es buena medida representativo de las quejas que hay hacia el artista. Se trata de algo tan simple como las proporciones, sobre todo de Mindy. Apreciándola en numerosas viñetas se puede observar una cabeza con unas proporciones que no se ajustan al resto del cuerpo, siendo algo que choca rápidamente a la vista. En el resto de aspectos, pocos cambios respecto al estilo ya visto.

En definitiva, una nueva colección con la que Millar persigue expandir una de sus franquicias de más tirón, y que al menos a juicio personal, me ha resultado más atractiva e interesante que el segundo tomo. No llega tal vez al nivel del primero, sobre todo todo por no ser tan innovador, pero desde luego es un tomo que los fans de la saga no se deben perder.